La historia de la peluca

Pelucas se llevan desde hace miles de años por diversos motivos: simbolizan el estatus social, disimulan la calvicie o son una forma de expresión personal. He aquí un breve repaso a la historia de las pelucas:

Antiguo Egipto:
Pelucas se documentaron por primera vez en el antiguo Egipto, donde las llevaban tanto hombres como mujeres como símbolo de estatus social. Los egipcios ricos llevaban pelucas de cabello humano, mientras que los que no podían permitirse comprar pelucas de cabello humano llevaban pelucas de fibras vegetales.

Antigua Grecia y Roma :
Pelucas se hicieron populares en la antigua Grecia y Roma, donde las llevaban los actores para ayudarles a representar distintos personajes. Con el tiempo, las pelucas se convirtieron en un accesorio de moda para los ciudadanos ricos, y a menudo estaban hechas de cabello humano.

Siglos XVI y XVII:
Durante el Renacimiento, las pelucas se pusieron de moda entre los hombres y mujeres de Europa. Se utilizaban para cubrir la calvicie causada por la sífilis, una enfermedad de transmisión sexual muy extendida en la época. También se utilizaban para proteger el cabello de los piojos y otros parásitos.

Siglo XVIII:
En el siglo XVIII, las pelucas se convirtieron en un símbolo de estatus entre los aristócratas europeos. A menudo se adornaban con plumas, joyas y otros ornamentos. También las llevaban jueces, abogados y otros profesionales como símbolo de su estatus y autoridad.

Siglo XIX:
En el siglo XIX, las pelucas pasaron de moda y las llevaban principalmente actores y gente de teatro. Sin embargo, las pelucas siguieron siendo populares entre las mujeres adineradas que querían crear peinados elaborados imposibles de conseguir con su propio pelo.

Siglo XX:
En el siglo XX, las pelucas volvieron a hacerse populares, sobre todo entre las mujeres que querían cambiar de peinado con frecuencia sin dañarse el pelo. Hoy en día, las pelucas se siguen llevando por diversas razones, como la moda, el entretenimiento y como solución a la caída del cabello debida a afecciones médicas o a la quimioterapia.